sábado, septiembre 15

VIRGEN DEL CAMINO

Celia, mi compañera, está extrañada por el tiempo que dedico a visitar y participar en el blog de antiguos alumnos de la Virgen del Camino.


-¿Como un rojo como tú, se pasa horas leyendo y participando en ese blog?


La respuesta es sencilla:


Está lleno de niños, niños que muchos ya no cumplen los cincuenta, que peinan canas, que tienen hijos y hasta nietos.


Niños en el otoño de sus carreras profesionales: maestros, filósofos, albañiles, técnicos, profesores de química,de latín, de matemáticas, de óptica,.. abogados, escritores, músicos, frailes, directores de orquesta, políticos de todos los colores, periodistas, comerciales, aparejadores, arquitectos, actores, cantantes, locutores de radio, agricultores, poetas.... y un párroco excepcional como Fray en un pueblo perdido de Galicia, pero sobre todo; son seres humanos en toda la extensión de la palabra, capaces de comunicarse diréctamente, sin recato, con la frescura de los quince años y escriben cada uno a su manera como ángeles.


Es un blog selva en el que es difícil navegar, pero en cualquier rincón te encuentras un pensamiento, una anécdota, un relato, un poema, una foto,una partitura, capaz de traspasar tus sentimientos y despertar los recuerdos de una etapa de tu infancia, desde los once a los dieciseis años.


Todos compartimos una experiencia vital clave en nuestra formación que marcó nuestras vidas en el Colegio de la Virgen del Camino, en León, los días 12 y 13 de Octubre celebraremos el 50 aniversario de su fundación.


El blog ha permitido el reencuentro, cuarenta años después,de maestros y alumnos y podemos no solo recordar con nostalgia aquellos años,sinó comunicarnos diréctamente de corazón a corazón de igual a igual de profesor a alumno de hermano a hermano, de compañero a compañero y, en estos tiempos de crispación,desde la tolerancia y la aceptación del otro como es.


Es el punto de encuentro de niños de León, de Zamora, de Asturias, de Navarra,de Galicia, de Euskadi,de Palencia, de Burgos... que en los años 60 y 70 fueron seleccionados en los pueblos y en las ciudades para ser Dominicos tras pasar un exámen psicotécnico, se supone que eran de los mejores, sus padres en muchos casos lo vieron como una oportunidad para que sus niños estudiaran, más allá de cualquier consideración religiosa.


Estos niños fueron separados de sus padres e internados en un Colegio distinto a lo habitual en esos años con unos Frailes jóvenes que intentaron educarlos a su manera, con disciplina pero también con una visión abierta a lo nuevo.


La música y el deporte eran claves en nuestra formación, pero la convivencia y la supervivencia alejados durante meses de nuestras familias nos enseñaron dos asignaturas fundamentales: compañerismo y solidaridad.